-Sabes que aunque ahora no podamos vernos, llegará el momento en que tendrás que saltar a mis brazos.
-Lo sé, pero no quiero hacerlo.
-¿Cómo?¿Porqué?
-Por que sé que no podré soltarme de tu cuello.
-Nadie firmó nada acerca de que tuvieras que hacerlo.
.¿Y si nos alcanza la madrugada?
-Te acompañaré hasta que no podamos más, hasta que nuestro cuerpo se apage.
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